En el texto de Sober se aclaran y contextualizan varios conceptos e ideas que son esenciales para comprender aspectos clave acerca del avance de las ciencias biomédicas, más en concreto de todo aquello relacionado con la genética y la biología molecular. Creo que este texto puede ayudar a la comprensión y el posicionamiento ante problemáticas y discusiones relacionadas con la ética frente a la aplicación de las ciencias biomédicas y el uso que se pueda hacer de estas.
Puede ser útil por varios
aspectos. En primer lugar, aclara, define y explica distintos conceptos que es
indispensable tener claros para poder tener una opinión formada y que sirven
como base para toda futura discusión. Definir fenotipo, influencia del
ambiente, determinismo genético, entender la base de la genética cuantitativa,
etc. permite partir de una idea general para poder ahondar en los problemas
sociales o éticos que puedan surgir a partir de estos conceptos. Considero que
hay que tener claro de qué estamos hablando para poder dialogar con fundamento
sobre ello. No es necesario tener unos conocimientos muy profundos, pero sí,
por lo menos, un mínimo que nos permita comprender los temas que estamos
tratando.
Por otro lado, el autor deja ver
la complejidad que se esconde detrás de todos estos conocimientos. Intenta
evitar que el lector se quede con una idea simplista del tema. Deja claro que
queda mucho por conocer, que no se pueden simplificar los procesos y que
afectan muchos factores, siendo muy difícil poder tener todos ellos en cuenta.
Esto también es muy importante a lo hora de tomar partido en ciencia. No
quedarse con una idea simple o vaga del tema. Si nos dicen que una enfermedad
es de origen genético, y a partir de eso extraemos que es una enfermedad que se
debe única y exclusivamente a la alteración de un gen, estamos dejando mucha
información por el camino. Estamos confundiendo los conceptos y esto puede
llevar a ciertas opiniones y actuaciones que pueden ser erróneas e incluso ir
en contra de lo que en realidad pensamos o queremos hacer.
Por último, Sober menciona y deja
caer ideas que resultan muy interesantes y plantean escenarios de lo que se
hace en la actualidad y lo que se puede llegar a hacer. Por ejemplo, en varios
momentos menciona “lo normal”, hablando sobre cómo la genética puede detectar o
cambiar aquello que se sale de la norma. Por ahora, en genética se trabaja
entendiendo que lo que “no es normal” es la enfermedad, pero se puede abrir el
debate de qué se puede entender por “normal” o “mejor” y hasta dónde se podría
llegar.
Todos estos elementos incluidos
en el texto de Sober (la explicación de conceptos, el dejar ver la complejidad
del tema, así como el introducir ciertas problemáticas que pueden surgir) permiten
mejorar la posición para poder discutir y tener opiniones más formadas sobre
asuntos científicos que pueden ser complicados a nivel ético. Por supuesto que
se podría opinar teniendo ideas más vagas sobre el tema, pero entender los conceptos
que se tratan más en profundidad y asumir la complejidad que subyace, ayuda a
formar una opinión más acorde a nuestras verdaderas ideas. Elaborar un juicio
sin tener una visión completa sobre lo que se está juzgando puede ser
peligroso. Si nos quedamos con la idea de que las aves con pico y alas pueden
volar (una idea simplista) podríamos lanzar a un pingüino desde un rascacielos
para que volase. Y no saldría bien...
Al igual que resulta útil tener
una base y una información (que a su vez permite vislumbrar lo que queda por
conocer y la complejidad que conlleva) sobre genética, sería igual de útil para
cualquier ciencia biomédica o avance científico. Creo que muchas controversias
y discusiones no se deben a distintas opiniones, sino que, en muchos casos, la
opinión intrínseca es la misma; sin embargo, los conceptos y el contexto no han
sido bien definidos, y esto lleva a confusiones y enfrentamientos sin mucho
sentido y que no pueden aportar gran cosa.
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