Se pueden distinguir distintos enfoques sobre la cultura científica:
El enfoque más tradicional es el basado en la “alfabetización científica”, entendiendo esta como el conjunto de conocimientos sobre conceptos, ideas y términos relacionados con ciencia y tecnología. Esto está relacionado con el modelo del “déficit cognitivo”. Mediante encuestas sobre conocimientos científicos, se ponen de manifiesto los escasos conocimientos sobre ciencia a nivel general en la población. Ante esto, se tiende desde el ámbito científico a “culturizar” a la población. Se piensa que, de esta forma, se evitará el desconocimiento y se apoyará más a la ciencia. Es por tanto una visión lineal de cultura científica: la ciencia es la encargada de evitar el desconocimiento y la ignorancia, y se ve como algo independiente a la sociedad. En base a este modelo tradicional, desde el siglo XIX, se han desarrollado actividades de educación y difusión de conceptos científicos.
El enfoque crítico, al contrario, se basa en la bidireccionalidad del proceso de cultura científica. Este modelo tiene en cuenta la opinión y la aceptación de la ciencia por parte de la población. Pone de manifiesto la compleja relación existente entre ciencia y sociedad y deja de culpabilizar a la sociedad por ser “inculta” en materias científicas, reconociendo que la ciencia también debería sentirse parte del problema. Es importante una cultura científica y también social, que tenga en cuenta no solo los conceptos científicos, sino también las implicaciones y las correlaciones sociales que puedan surgir. Igualmente, la sociedad debe estar implicada en cuestiones de ciencia y tecnología, a nivel ético, político y social, pero también científico. Con este tipo de modelos no se tiende tanto a la culturización y difusión masiva de conceptos; parece más relevante incluir a la sociedad en debates y que exista interacción entre ciencia y sociedad.
Por último, podríamos hablar del modelo de apropiación social de la ciencia. Este modelo puede entenderse como un híbrido entre los dos anteriores. Continúa con la idea de bidireccionalidad y se centra en la participación activa de la sociedad en ciencia y tecnología. Sin embargo, mantiene la idea de conseguir una sociedad científicamente culta. En este punto, se unifica la idea de cultura científica como algo individual (más propio de la alfabetización de la ciencia) y también social (relacionado con la participación ciudadana y los procesos colectivos). Tanto los individuos como la sociedad tienen que “apropiarse” de la ciencia. Esta apropiación, a nivel individual, se refiere a la adquisición de conocimientos (la persona se “apropia” de los conocimientos científicos). A nivel social, se refiere a la contribución de la sociedad en la ciencia, a la participación de la sociedad en cuanto a la generación y las aplicaciones de los conocimientos de ciencia y tecnología.
De este modo, los tres modelos básicos con respecto a la cultura científica son:
- Enfoque de la “alfabetización científica”: se basa en una visión individual y lineal. Se busca culturizar a la sociedad porque es necesario un cierto nivel de conocimientos sobre ciencia para poder apoyarla y aceptarla.
- Enfoque “social o crítico”: parte de una visión social y bidireccional. Se basa en la participación de la sociedad en ciencia.
- Enfoque de “apropiación social de la ciencia”: es un híbrido entre los modelos anteriores. La ciencia tiene mucho que aportar a la sociedad y viceversa.
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