La ciencia trata de explicar la realidad y sus distintas disciplinas (ciencias) se centran en un aspecto concreto de esa misma realidad. Este es el primer punto de unificación de la ciencia: se está tratando una misma realidad. Otro elemento de convergencia importante es el método científico. Tener un método común, aunque sea muy general, es esencial para aportar unidad a las ciencias.
Pero al hablar de ciencias, cada una presenta métodos diferentes, trata distintos campos y emplea conocimientos distintos. Son, entonces, cosas diferentes. Sin embargo, siempre se encuentran dentro del marco común de la ciencia. Así, dentro de la unidad de la ciencia (basada en la búsqueda de explicaciones de una misma realidad y en el método científico), encontramos distintas ciencias (cada una analiza una parte de la realidad y usa un método concreto). Podríamos entender esto como un árbol: el método científico, la observación de la realidad y algunos otros aspectos esenciales para la ciencia (espíritu crítico, la razón, la observación, etc.) serían las raíces. Estas raíces nutren a un tronco, que sería la ciencia (en singular, como forma de conocimiento y explicación del mundo). Del tronco de la ciencia nacerían las ramas (ciencias): la física, la química, la biología… e incluso dentro de cada una de las ramas pueden nacer ramas más pequeñas.
Lo más importante de este árbol es que el tronco (ciencia) necesita de las raíces para vivir, pero también de las ramas (ciencias), que permiten que la ciencia puede seguir creciendo y desarrollándose. A su vez, las ciencias necesitan de la ciencia, ya que no pueden vivir sin un tronco que las sustente.
Por lo tanto, creo que debemos hablar de ciencia y de ciencias, ya que la una es necesaria para las otras y viceversa.
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