Las armas biológicas o bioarmas son patógenos que se usan como arma de guerra, con el fin de hacer daño al enemigo. Los patógenos usados como arma, al igual que en la naturaleza, pueden producir enfermedades, incapacitar e incluso producir la muerte.
Las armas biológicas se han usado en distintos momentos a lo largo de la historia (con más o menos eficacia), pero en esta entrada nos vamos a centrar en la investigación soviética en armas biológicas.
Durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, la investigación en armas biológicas fue común. Sin embargo, años después del fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1972, varios países (entre ellos Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Soviética) firmaron la Convención de Armas Biológicas (CAB). En dicho convenio se prohíbe el desarrollo, producción, y almacenamiento de armas biológicas.
Podríamos pensar que a partir de la firma de la CAB se acabó la investigación de armas biológicas, pero para nada fue así. Países firmantes, como Estados Unidos y la Unión Soviética, siguieron con este tipo de investigaciones de forma secreta o, al menos, disimulada. En el caso de la URSS así era hasta que un accidente puso en evidencia que seguían en marcha varias investigaciones con armas biológicas.
En 1979, en la ciudad rusa de Sverdlovsk (actual Ekaterimburgo), más de un centenar de ciudadanos enfermaron de carbunco sin conocerse muy bien cuál había sido el origen del brote. Aunque al principio las autoridades afirmaban que se había tratado de una epidemia causada por el consumo de carne contaminada, finalmente, la Unión Soviética acabó por admitir que poseía armas biológicas cerca de la ciudad y que la epidemia se debió a un accidente en las instalaciones. Se había producido una explosión en uno de los complejos militares soviéticos en el que se estaba investigando Bacillus anthracis (causante del carbunco) como arma biológica, y algunas esporas acabaron infectando a la población.
Pero no sólo se llevaron a cabo investigaciones de bioarmas en los laboratorios militares de Sverdlovsk, sino que la red era mucho mayor. Desde la década de 1970 existía una importante institución encargada de la guerra biológica en la URSS: Biopreparat.
Biopreparat contaba con 18 centros de investigación secretos en los que se desarrollaban y producían armas biológicas. Algunos de los patógenos que se investigaron en las instalaciones de Biopreparat fueron: Bacillus anthracis, virus del Ébola, virus de la viruela, Yersinia pestis o Brucella spp., entre otros.
La investigación en armas biológicas en la Unión Soviética fue intensa y, finalmente, el programa de armas biológicas de la URSS cerró en 1992.
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