Análisis crítico de la Comunicación Científica en España (Comunicación institucional de la ciencia_Tarea 1)
El acceso a la cultura y la participación en el progreso científico son un derecho recogido en La Declaración Universal de Derechos Humanos, concretamente en su Artículo 27.1.
Creo que a nivel particular se hace mucho para hacer estos derechos una realidad. Cada vez veo a más investigadores, profesores, periodistas o cualquier persona interesada en ciencia y tecnología, comunicando ciencia y, en definitiva, contribuyendo a la participación de la sociedad en la ciencia. Creo que esto se debe a que cada día somos más conscientes de que la ciencia no es algo aislado del mundo y del resto de la sociedad, sino que es una parte fundamental de esta, de la que todos y todas formamos parte de un modo u otro.
Esta idea de comunicar la ciencia a modo personal está muy bien, pero, como todo en esta vida, no creo que tenga un efecto notable hasta que se convierta en algo más grande en lo que realmente se invierta y se trabaje a un nivel en el que pueda llegar a toda la sociedad. Creo que para esto es necesario que desde los organismos públicos se haga algo al respecto y se fomente de manera realista la comunicación científica.
Si nos centramos en el caso de España, tanto la Constitución (Art. 27.1), como la Ley de la Ciencia (Art. 38) indican que desde las administraciones públicas se fomentará la cultura científica. Cumpliendo estos objetivos existen distintas instituciones públicas cuyo objetivo es acercar el conocimiento científico a la población.
Destaca la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), un organismo dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades que creo que realmente fomenta la cultura científica. En esta imagen (extraída de su página web), se pueden ver sus proyectos estratégicos:
Realmente creo que el papel de la FECYT es esencial en el avance de la cultura y la comunicación científica en nuestro país. Ayuda y apoya económica y estructuralmente en el ámbito de la comunicación científica, consigue que exista la interacción entre ciencia y sociedad, y lleva un control del efecto que tienen las actividades de cultura científica.
Los museos también son otro punto importante para comunicar ciencia y sociedad. El Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, el Museo Nacional de la Evolución Humana o el Museo Nacional de Ciencias Naturales son algunos ejemplos. Son en sí mismos una fuente de cultura científica, pero además tienen un papel importante en la comunicación de la ciencia a partir de la organización de charlas, concursos, actividades, etc.
También podemos hablar de las Unidades de Comunicación Científica y de la Innovación (UCC+i), que llevan a cabo un importante trabajo en el ámbito de la comunicación de la ciencia.
Todas estas instituciones suponen un impulso esencial para la cultura científica, pero ¿es suficiente? ¿Realmente la ciencia llega a la sociedad y viceversa?
Creo que todavía queda bastante por hacer… Desde mi punto de vista hay dos problemas principales al tratar la comunicación científica:
- Falta presencia de las instituciones previamente mencionadas en los grandes medios. Falta publicidad y hacerlas visibles. Creo que la gente que ya está interesada en ciencia puede acceder a los recursos que se facilitan, pero me parece que gente que no está familiarizada con el ámbito no va a llegar a ellos si no se hace más notable su presencia. Esto hace que una gran parte de la población no tenga una base de cultura científica. Como se muestra en esta gráfica del informe de percepción social de la ciencia de la FECYT, en 2020, solo el 14,2% de la población española se interesa por la ciencia y la tecnología. Creo que sin una campaña potente y que llegue a las mayorías, esto es difícil de cambiar.
- Por otro lado, tengo la sensación de que las actividades de cultura científica van dirigidas principalmente a dos sectores de la población: gente interesada en ciencia y estudiantes (niños, adolescentes y jóvenes universitarios). Son los sectores más fáciles de captar en este tipo de actividades y es muy útil y necesario que la cultura científica llegue a ellos. Sin embargo, dejamos fuera a gran parte de la población y esto puede ser un problema. De nuevo recurro a un informe de la FECYT.
En esta gráfica se muestra cómo el interés por la ciencia va disminuyendo con la edad. Centrarse en los más jóvenes y entusiastas está bien, son el futuro. Sin embargo, creo que no hay que dejar de lado al resto. También me parece llamativa la diferencia que hay en el interés de la ciencia entre hombres y mujeres. Viendo esto, parece que todavía hay mucho trabajo por delante y demuestra la importancia de una comunicación científica con perspectiva de género.
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