Áreas sin gatos para una mejor convivencia en ecosistemas urbanos. (Comunicación institucional de la ciencia_Tarea 3)
Los gatos tienen efectos positivos y negativos en las ciudades. Controlar sus colonias favorecería la conservación de aves en zonas urbanas y el bienestar de las distintas especies que las habitan.
Investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales del CSIC, en Madrid, publicaron este marzo resultados interesantes para la mejora de los ecosistemas urbanos. En su artículo, publicado en la revista Science of the Total Environment, estudiaron las zonas con colonias de gatos registradas en la ciudad de Madrid y analizaron el comportamiento de las aves en dichas zonas, observando que las aves tienden más al miedo y la huida en las zonas con colonias de gatos.
Las colonias felinas tienen resultados positivos y negativos en las ciudades. Por una parte, participan en el control de plagas de roedores y hacen bien a los ciudadanos que los disfrutan y cuidan. Por otra parte, pueden participar en la propagación de enfermedades a animales y humanos, y tienen comportamientos depredadores que pueden afectar al equilibrio entre especies que habitan las ciudades.
Teniendo en cuenta que los gatos son los principales depredadores de las aves, en esta investigación se estudió el comportamiento de las aves en zonas con colonias de gatos. Para ello, analizaron las distancias de iniciación de vuelo (FID, por sus siglas en inglés: Flight initiation distances) en las 1171 zonas con colonias de gatos registradas en Madrid.
La FID es la distancia a la que un ave escapa volando cuando se acerca un humano en unas condiciones estandarizadas. Es un indicador del miedo de las aves a la depredación y también da información sobre la fisiología y las conductas reproductivas de las aves. Las FIDs más cortas indican poco temor a la depredación, mejor acceso a la comida y a la preproducción, y poblaciones más abundantes y de mayor crecimiento.
En el estudio se midieron las FID de 694 aves de 34 especies distintas. Se observó que en zonas con colonias de gatos las FIDs aumentaban un 10% con respecto a zonas sin colonias. Es decir, en zonas con gatos las aves mostraban más miedo a la depredación, lo que lleva asociado un peor acceso a la comida y la reproducción, y una disminución de la población. Además, las aves que estaban en zonas con colonias de gatos se situaban en zonas más altas que las que estaban en zonas libres de colonias.
Según este estudio, parece claro que las colonias pueden afectar a las poblaciones de aves en núcleos urbanos, teniendo efectos negativos en la biodiversidad. Ante esto, la solución parece mantener áreas sin colonias de gatos para que se conserven las poblaciones de aves urbanas y pueda existir convivencia entre las distintas especies en la ciudad. Para conseguir esto, las medidas más tomadas suelen ser la esterilización de gatos y campañas frente al abandono de mascotas. Otra acción que se puede llevar a cabo es la disponibilidad de refugios antidepredadores, ya sean parte de la propia vegetación de la ciudad o mediante el uso de perchas.
Con estas medidas y consiguiendo zonas libres de colonias, las aves, especialmente las que se alimentan en el suelo, estarían más seguras, teniendo un efecto positivo en sus poblaciones. Esto supone un beneficio para las aves, pero también para la biodiversidad, la conservación y para los ciudadanos.
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