La ciencia siempre ha sido una de mis pasiones. Me maravilla cómo se genera el conocimiento científico, cómo se responden preguntas, cómo esas respuestas te llevan a plantearte muchas otras preguntas, cómo la ciencia interfiere en la sociedad y la sociedad en la ciencia. Me parece fascinante todo lo que se rodea de ese halo de fascinación que implica la ciencia.
Creo que a todo el mundo le encanta hablar de lo que le apasiona. En mi caso me encanta hablar de ciencia. Disfruto mucho transmitiendo a mi círculo lo que sé, lo que aprendo, lo que me queda por aprender. Además, esa transmisión me parece esencial para la dinámica de la ciencia. La ciencia es algo social, que implica colaboración, la participación de distintos agentes (provenientes de dentro y fuera del ámbito científico) e interacción entre todos ellos.
Si sumamos mi pasión por la ciencia, mi gusto por comunicar y la importancia que le doy a la comunicación científica, se queda un escenario perfecto para dedicarme a ello. Sin embargo, la verdad es que, al elegir mis estudios, nunca me había planteado la divulgación científica como una opción, seguramente porque no era consciente de que alguien se podía dedicar a ello.
Dentro de la comunicación científica, creo que lo que más podría encajar conmigo es la divulgación. Creo que permite formatos, temáticas y estilos más variados, dejando espacio a la imaginación y la experimentación. Además, llevar la ciencia a un público amplio es un reto que me atrae mucho y que creo que puede aportarme mucho. La divulgación, a diferencia del periodismo o la comunicación científica, puede ser algo menos “formal” o “institucional”, lo que me llama bastante más la atención. Seguramente también podría disfrutar de esos tipos de comunicación más “oficial”, pero me parece que la divulgación da pie a explorar nuevos horizontes y aporta más libertad.
Recuerdo en el cole y en el instituto contar con entusiasmo a mi familia todo lo que aprendía en clase de conocimiento del medio, biología, química o física. Hacía dibujos relacionados con ciencia, inventaba historias "científicas", hacía chistes...Me lo pasaba genial siendo una joven divulgadora sin saberlo. Siendo un poco más mayor, descubrí que había gente que hacía actividades de divulgación, descubrí canales de Youtube, actividades de monólogos científicos, mezclas de arte y ciencia, etc. Y sólo podía pensar ¡Wow! ¡Yo quiero hacer eso! Y por eso estoy aquí, aprendiendo a comunicar y a divulgar de manera rigurosa y entretenida. Ojalá poder dedicarme a la divulgación disfrutando, aprendiendo y haciendo disfrutar y aprender a los demás.
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