Internet y las redes sociales han supuesto un cambio drástico en la comunicación científica. Con ellos, la sociedad puede acceder de manera sencilla y rápida a información y conocimientos científicos a los que seguramente no llegaría sin estos medios. De hecho, en las últimas encuestas sobre percepción social de la ciencia y la tecnología (FECYT) queda de manifiesto que cada vez una parte mayor de la población se informa sobre ciencia a través de redes sociales.
Dentro de las redes sociales, creo que Twitter es la más adecuada para la diseminación de la información científica. Se trata de una red social de microblogging basada en la difusión de mensajes cortos (280 caracteres). Estos mensajes, en los que se pueden adjuntar links, imágenes, gifs, etc., pueden compartirse (retuitearse) y responderse. En Twitter puede encontrarse información de prácticamente cualquier ámbito, desde lo que una persona hace en su día o la oferta cultural de tu ciudad hasta las últimas y más específicas noticias sobre ciencia o economía. En esta entrada nos centraremos únicamente en Twitter cómo herramienta de difusión para la ciencia, pero es interesante como herramienta de difusión en general.
A continuación, vamos a ir analizando las características que hacen de Twitter una buena red social para la diseminación de la información científica:
- Formato de microblogging. Twitter permite recoger la información en pocos caracteres, lo que es una gran ventaja en la era de la inmediatez en la que nos encontramos. Esta información inmediata no tiene por qué ser información incompleta. En Twitter se pueden crear hilos o añadir links en los que se pueda acceder a más información.
- Fácil difusión. Gracias al retuit, un tuit puede llegar a una gran cantidad de personas que puedan no tener nada en común. El problema es que esa expansión viral puede darse con información realmente valiosa o con información que puede incluso ser perjudicial.
- Opción a debate. Twitter permite contestar los tuits, interaccionar con otros usuarios y, por lo tanto, generar un diálogo. Este es un punto muy importante en la comunicación científica, ya que hace que esta se convierta en algo multidireccional y, por lo tanto, más enriquecedor.
- Presencia activa de la comunidad científica y relacionada con la comunicación de la ciencia. Periodistas científicos, grupos de investigación, universidades, divulgadores, etc. han visto la utilidad de Twitter como herramienta de comunicación. Su formato, inmediatez y facilidad de difusión promueve el uso de esta red social en muchos ámbitos relacionados con la ciencia, especialmente en el periodismo de ciencia, ya que permite obtener información inmediata y poder contactar con las fuentes de manera sencilla.
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